lunes, 18 de abril de 2011

¿Qué pasó con Baby Jane?

Aquí donde estoy, queridos mortales, campamos a nuestras anchas, bebemos cócteles, charlamos frívolamente sobre fruslerías y coqueteamos. Pero si en el cielo sucede una cosa maravillosa esa es que uno se cruza sólo con quien quiere cruzarse. No tenemos que aguantar a según qué tipo de gente. Estás sólo con quién quieres estar; el cielo es más grande que los estudios de la Warner Brothers así que puedes sobrellevar la muerte de una forma muy placentera.
Yo siempre soporté mal a las mujerzuelas de tres al pelo. Lo gratuito nunca me gustó, quisquillosa que es una. Por eso creo que odié siempre a Joan Crawford. Desde que morí no me la había cruzado nunca por aquí, yo no lo deseaba y ella supongo que tampoco, pero mira qué casualidad que se habrá enterado de que tengo un blog (seguro que ha sido esa Norma Shearer que tanto odiaba a Joan) y ya la tengo cotilleando por aquí.


El caso, lo que yo os quería contar en realidad, es que al ver a Joan aquí, me acordé de mi espectacular película ¿Qué pasó con Baby Jane? (1962), dirigida por Robert Aldrich, en la cual desgraciadamente, también salía ella. Huelga decir que ahí la protagonista soy yo interpretando a Baby Jane, una pequeña estrella infantil que por injusticias de la vida luego acaba relegada y olvidada mientras que su hermana, esa pécora de Blanche (Joan C.) empieza a tener fama como actriz.

Qué pena lo de su accidente ¿verdad? Pobre Blanche, en silla de ruedas. Menos mal que yo fui una buena hermana y la cuidé a la perfección.

Fue una película muy importante para la carrera de ambas, a mí porque me terminaba de consolidar como lo que ya era, una de las grandes de Hollywood, y a Joan porque su carrera no terminaba de despegar y compartir cartel conmigo siempre la benefició. Digamos que ella prefirió hacer carrera de lecho en lecho y yo de escenario en escenario.

Es una película fabulosa, obviando el morbo que sentía el público por vernos a nosotras actúar juntas, las dos grandes rivales de Hollywood. Pero es fabulosa sobre todo por su crudeza, un tanto aterradora en ocasiones. Se ve encarnado en los personajes lo peor de los seres humanos: el odio, la rabia, los celos...

Una Joan inválida, derrotada y angustiada y una Bette Davis atormentada por la nostalgia y el horror de algo que ya no es.

Si no la han visto atrévanse queridos mortales. Atrévanse a entrar en nuestra mansión, no encontrarán nada que no alberguen ya sus sórdidas almas.





Con cariño, Bette.

6 comentarios:

  1. Que grande era. Que genial está en "¿Que pasó con Baby Jane". Muy bueno el blog, es muy original la perspectiva con la que escribes y como lo haces. :)

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, querida.
    Me alegra sobremanera ver que aún tengo seguidores entre el público joven.

    Con cariño, Bette.

    ResponderEliminar
  3. Es una de mis películas favoritas me encanta.

    ResponderEliminar
  4. Bette, siempre te he adorado en todas y cada una de tus películas, pero en ninguna como en esta, con tus tirabuzones rubios y tu vestido de muñeca...

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias Laiseca. Es una gran película.

    Gracias, Layla.
    Sin duda esta es una de mis mejores películas.
    Y el vestidito me quedaba genial.
    La peluca no tanto, la había usado la zorra de Joan en alguna película anterior, pero bueno.

    Con cariño, Bette.

    ResponderEliminar
  6. Sencillamente escalofriante, en el mejor sentido. Nunca el morbo de ver esta enemistad en pantalla fue tan productivo!!!

    ResponderEliminar

Dile algo bonito a estos ojos, cariño.